Extinción de incendios en aerosol condensado DSPA.
Generadores de aerosol DSPA consisten en un compuesto formador de aerosol sólido en un recipiente rojo no presurizado que aerosoliza partículas sólidas finamente divididas: el agente extintor de incendios en aerosol. El aerosol se autogenera mediante un proceso de combustión del compuesto sólido formador de aerosol, que se activa mediante un dispositivo de activación, también conocido como iniciador.
Aerosol
El aerosol DSPA se desarrolló originalmente como una alternativa al halón y otros agentes extintores convencionales. El aerosol DSPA es excepcionalmente seguro y eficaz. Los principios activos del aerosol DSPA son micropartículas sólidas que llenan el compartimento por completo y atacan el proceso de combustión de un incendio a nivel químico. Como resultado, las llamas se apagan instantáneamente y la energía del fuego se elimina.
La cantidad de agente extintor requerida es significativamente menor que la de los agentes extintores convencionales como el CO2, el FM-200, el Inergen, etc. Además, el aerosol DSPA ofrece importantes ahorros de instalación y mantenimiento: no requiere recipientes a presión, colectores, boquillas ni tuberías. Además, a diferencia de otros agentes, el DSPA es respetuoso con el medio ambiente.
Mecanismo de extinción
A diferencia de muchos otros agentes extintores, el aerosol DSPA interfiere con la reacción en cadena del fuego, dejando intactos los niveles de oxígeno.
Los radicales de «propagación del fuego» (OH, H y O) son elementos esenciales para la reacción en cadena del fuego. El aerosol DSPA suprime el fuego (principalmente) mediante la interferencia química con estos radicales libres que se encuentran en la zona del incendio, interrumpiendo así la reacción en cadena del fuego.
El aerosol DSPA es un medio extintor de partículas sólidas finamente divididas, principalmente partículas de potasio, con un diámetro típico de aproximadamente 2 micras. Cuando se introduce en la región en llamas de un incendio, el aerosol reacciona con los radicales del fuego producidos durante la combustión (hidrógeno, oxígeno e hidroxilos), lo que provoca la extinción del fuego. Las pequeñas partículas del aerosol proporcionan una gran superficie para capturar estos radicales, lo que las convierte en agentes extintores eficaces.